Esta historia es parte de una serie dedicada a los
emprendedores peruanos famosos. El motivo es difundir el espíritu emprendedor
que tiene cada peruano.
Inicios
En Huancavelica, ciudad de la sierra central reside la familia Flores. Cuando murió su
padre Aquilino tenía 12 años, el hijo mayor de los Flores decide emigrar. Por
lo cual viaja a Pisco. Empieza apañando (recolectando) algodón, su labor de
peón lo conduce luego a Chincha, Cañete y finalmente, a Lima.
Un día le pregunto a su proveedor de polos si los podía
confeccionar con figuritas de colores, que eran los preferidos de sus clientes.
Y como aquel no fabricaba ropas estampadas, Aquilino subcontrato a un tintorero
informal para que añadiera adornos e imágenes a las camisetas que vendía.}
La expansión
El éxito le sonríe de tal modo que al poco tiempo compra una
máquina de coser. Comienza a elaborar
sus propias prendas, después decide ampliar a media docena de estas máquinas.
Como el negocio funcionaba bien, Aquilino se trajo de Huancavelica a sus
hermanos Manuel, Carlos, Marcos y Armando y los puso a trabajar con él. De
vendedores ambulantes pasaron luego a ser comerciantes estables en el Mercado
Central.
El gran salto
En 1983, se crea la empresa “Topi Top”. Al final de 1995
construyen su primera planta modelo Full Package para producir de 40 a 50 mil
prendas diarias para la exportación. En 1996, se inician las primeras
exportaciones a países cercanos como Argentina, Paraguay, Chile y Brasil; a
grandes cadenas como Gap y Old Navy, entre otras.
En el 2002, TopiTop se convierte en el cuarto exportador
peruano En 2005 consigue ubicarse como primer exportador en el Perú. En la
actualidad, Topi Top tiene 30 tiendas en el país, y 10 en Venezuela.
Adicionalmente a cambiado en forma muy refinada su nombre, ahora no es:”Topy
Top S.A “, ahora es: “Topitop”.
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